Se trata de una variedad de arquea (arqueobacteria), recogida en el fondo marino cerca de Japón y cultivada en el laboratorio por un grupo de científicos japoneses, que ha podido explicar el misterioso salto evolutivo a la vida compleja en la Tierra. Según ha publicado la revista 'Nature', un grupo de científicos japoneses ha establecido un posible vínculo entre las arqueas primitivas y el desarrollo de eucariotas.
Uno de los grandes misterios de la ciencia es cómo los organismos primitivos evolucionaron en células eucariotas. Los científicos creen que la vida en la Tierra comenzó hace unos 4.000 millones de años. También creen que las primeras formas de vida fueron organismos similares a las arqueas modernas, un grupo de organismos con un tipo muy simple de estructura celular. Sin embargo, los eucariotas son organismos con estructuras celulares complejas, como plantas y animales.
Evolución de la investigación
Los investigadores japoneses han desarrollado una teoría basada en una especie de arqueas que cultivaron en su laboratorio. El estudio consistió en recuperar muestras de lodo que contenían arqueas del fondo del océano cerca de Japón, y cultivarlas en cámaras especiales con infusión de metano. Debido a su lento crecimiento, los investigadores tuvieron que esperar tres años hasta poder separarlas en individuos.
Después de varios años más, se centraron en una cepa particular que llamaron 'Candidatus Prometheoarchaeum syntrophicum'. Sus características sugirieron que se parecía mucho a las antiguas arqueas que se habían convertido en células eucariotas. Los investigadores descubrieron que los organismos crecían unos 550 nm de diámetro y degradaban los aminoácidos mediante la sintrofia. También descubrieron que tenían protuberancias largas y ramificadas.
Los investigadores desarrollaron una teoría que sugiere que
una bacteria se enredó en las protuberancias ramificadas y evolucionó en un
orgánulo, y eso condujo al desarrollo de eucariotas.