jueves, 26 de octubre de 2017

¿Por qué somos diestros o zurdos? Escribir con una u otra mano es una cuestión genética. La clave de todo está en el cerebro.

Diestros o zurdos
“La parte izquierda del cerebro controla la derecha”, José Ramón Alonso.
Foto: 
EL TIEMPO
 
18 de octubre 2017 , 12:38 a.m.
Si hacer las cosas “al derecho” significa hacerlas bien y “ser diestro” es sinónimo de ser hábil, entonces el lenguaje no es tan amable cuando se refiere a la izquierda. Así, el término “sinister”, que en latín significa izquierdo, ha derivado en la palabra “siniestro”, que se asocia con algo malo. 

De hecho, hasta los años 60 del siglo XX, a los niños zurdos se les trataba de “corregir” y se les obligaba a escribir y a hacer el resto de las tareas con la mano derecha.
Pronto los científicos detectaron que eso era un error. “Eliminar la zurdera no supone ningún beneficio, por eso dejó de hacerse”, manifiesta José Ramón Alonso, catedrático de Biología en la Universidad de Salamanca y director del Laboratorio de Plasticidad Neuronal y Neurorreparación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León.
Falsos mitos
Pero, ¿qué determina que seamos diestros o zurdos? El profesor Alonso subraya: “Curiosamente somos diestros porque nuestro cerebro es zurdo”. 

El neurocientífico explica que hay un hemisferio cerebral dominante y, en la mayoría de las personas, es el izquierdo. “Por decirlo de una manera sencilla, la parte izquierda del cerebro controla la parte derecha del cuerpo”, apunta.

“La idea más aceptada sobre el origen de la zurdera es que se basa en un vínculo con el procesamiento del lenguaje. El uso de la mano y la producción del habla son dos actividades que requieren un control muscular fino y preciso y una alta actividad cerebral con un fuerte consumo energético. Una posibilidad es que fuese más eficaz, evolutivamente, concentrar ambas funciones en el mismo hemisferio que tenerlas dispersas por toda la corteza cerebral”, relata.

“Dado que la mayoría tiene las funciones del lenguaje localizadas en el hemisferio izquierdo, la mayoría de los centros que gobiernan la motricidad fina de la mano se localizarían en el mismo hemisferio, lo que implica que la mayoría de la gente sea diestra”, expone.

Sin embargo, Alonso precisa que lo contrario no se cumple. “Los zurdos tienen una organización cortical mucho más heterogénea, donde el área de procesamiento de las palabras puede estar en el lado izquierdo, en el derecho o en ambos”, apunta.

El científico explica que “tanto la asimetría cerebral como la preferencia de mano, son tendencias heredables y se supone que hay al menos cuarenta genes que influyen en que seamos diestros o zurdos”. 
“El grupo de William Brandler de la Universidad de Oxford ha estudiado estos genes implicados en la preferencia de mano y uno de ellos, el llamado PCSK6, es el que mostraba una correlación más clara. Este gen tiene un papel crucial en la aparición de la asimetría corporal durante el desarrollo fetal. Si se muta experimentalmente en ratones, el resultado es que el roedor tiene los órganos en el lado contrario del cuerpo, de modo que el corazón está en el lado derecho y el hígado en el izquierdo”, describe. 

Alonso añade que todas las mutaciones comunes que se relacionan con la preferencia en el uso de una mano tienen que ver con genes implicados en la asimetría corporal.
Investigaciones
Hay un gran número de estudios sobre la zurdera, algunos con resultados sorprendentes, como el que señala que los zurdos morían más jóvenes. No obstante, existe una explicación lógica. “Hace 100 años se corregía la zurdera por lo que la proporción de zurdos era del 2 por ciento. Sin embargo, desde los años 60 esto ya no se hace y la proporción de zurdos está en torno al 12 por ciento. Así, algo tan llamativo se basa en que en la población joven hay más zurdos y, por lo tanto, entre quienes mueren jóvenes hay más zurdos que entre quienes mueren a los 90 años”, describe Alonso.
Los zurdos no mueren más que los diestros ni lo hacen a edades más tempranas, aunque hay alguna excepción. “Un estudio que se hizo con ingleses mostró que los zurdos habían muerto más durante las dos guerras mundiales. Pero si nos fijamos en cómo es un fusil Mauser, el cerrojo, que es con lo que recargas el arma, se maneja con la mano derecha. Por lo tanto, los zurdos tenían más dificultades para utilizarlo”, aclara.

“Existe una importante cantidad de estudios sobre la zurdera, algunos abordados con imparcialidad y seriedad y otros con menos rigor. Además, abundan mitos en relación con los zurdos que surgen cada cierto tiempo y se extienden con rapidez”, concluye el especialista.
Ser zurdo en un mundo diestro
El profesor José Ramón Alonso señala que en algunos países aún se sigue intentando eliminar la “zurdera”. “En China se sigue viendo mal a alguien que usa esta mano y a los niños se les corrige. De hecho, el porcentaje de zurdos en China es menor que en los países occidentales”, apunta. 

“Las encuestas realizadas entre estudiantes chinos desde los años 80 del siglo XX reflejan que menos del 1 por ciento de ellos son zurdos. Esta es una cifra demasiado baja, dado que entre 10 y el 12 por ciento de los humanos son zocatos”, indica Howard Kushner, profesor emérito de Ciencias del Comportamiento en la Universidad Emory de Atlanta, en su artículo ‘¿Por qué (casi) no hay zurdos en China?’.

Si bien en los países occidentales a los niños ya no se les “corrige” la zurdera, quienes usan su mano izquierda han de adaptarse a un mundo diseñado para diestros
Así, utilizar objetos cotidianos como las tijeras, el ratón del computador o la palanca de cambios del automóvil les suponen ciertos problemas. Pese a todo, a los zurdos no les ha ido nada mal, pues personajes célebres en la actualidad como Barack Obama, Bill Gates, Bruce Willis o Julia Roberts, entre muchos otros, lo son, al igual que otros personajes históricos como Marilyn Monroe, Charlie Chaplin y mención aparte merece el tenista Rafael Nadal que, aunque es diestro para todo lo demás, utiliza la raqueta con la izquierda.

En este sentido, José Ramón Alonso, que también es autor del blog “Neurociencia en español” aclara que, además de diestros y zurdos, “hay personas ambidextras, que usan igualmente ambas manos, y de preferencia mixta, que son los que para una tarea, por ejemplo escribir, prefieren una mano y para otras cosas prefieren la otra”.

El especialista explica que somos mayoritariamente diestros desde hace muchos milenios y no solo los homo sapiens. “Los esqueletos de los neandertales muestran que los huesos de los brazos derechos y los hombros derechos son más robustos, lo que sugiere un uso predominante de esa mano. 

Los cráneos del homo heidelbergensis encontrados en Atapuerca (Burgos, España) muestran marcas en los dientes que se suponen hechas al sujetar un trozo de carne con los dientes y cortarlo con una piedra afilada. 

El ángulo de las marcas indicaría que la herramienta de cortar era manejada con la mano derecha. Por tanto, los registros fósiles de este y otros lugares sugieren que los homínidos eran también diestros y esa preferencia tiene al menos un millón de años de antigüedad”, destaca.

PURIFICACIÓN LEÓN
Efe/Reportajes

viernes, 6 de octubre de 2017

Peleando contra las soluciones

 
29 de septiembre 2017 , 12:00 a.m.
Hay problemas, problemitas y problemotes, pero el problema mayor de la humanidad es cómo darles de comer a 7.500 millones de personas (para el 2050, 9.000) sin destruir el planeta en el intento. El acercamiento científico es la mejor forma de resolver ese tipo de problemas. Es un razonamiento sano, que no nos deja engañarnos a nosotros mismos por más que nos empeñemos. Nos recuerda que no se piensa con el corazón ni con la boca del estómago, sino con el cerebro.
Hace poco, en medio de ataques insensatos contra las vacunas (ejemplo de cómo atacar las soluciones) se dieron otros, tal vez por analogía tecnológica, acusando a los organismos transgénicos de los más curiosos males. Una nutricionista afirmó por radio que el aumento de alergias contra el gluten se debía al trigo transgénico que consumíamos. Su argumento tenía dos pequeñas fallas: la primera, que no se ha demostrado ningún aumento real de esa alergia; la segunda, que no consumimos trigo transgénico. Para ella, el culpable de un aumento que no existe fue un consumo que no se dio.

Esa lógica extraña se repite en ataques a muchas soluciones que la biotecnología le ha venido dando al ‘problema mayor’. Hay que recordarles a quienes tienen horror sagrado a la transferencia de genes entre especies que esta se ha dado siempre espontáneamente en la naturaleza y que todas las plantas domesticadas (ancestralmente) han sufrido procesos de selección artificial que han cambiado sus propiedades.
A quienes temen por la salud se les debe recordar que algunos de esos productos, como la soya, el maíz y el algodón, son ya consumidos masivamente hace más de 20 años en todo el mundo, que hay más de 2.000 millones de hectáreas sembradas con ellos y que varios miles de millones de personas los hemos consumido (sí, ustedes también), sin ningún reporte verificable de que hagan daño. Las pruebas que les exigen las autoridades sanitarias son mucho más estrictas que las de otros cultivos. Algunos transgénicos mejoran las cualidades nutritivas del alimento aumentando su contenido de proteínas o suplementándolo con vitaminas ausentes en algunas dietas.

Pero, los transgénicos no son el único producto tecnológico que está transformando la agricultura. Se desarrollan, por ejemplo, tecnologías digitales que permiten dosificar, por goteo local, los herbicidas. Hoy hay drones que fotografían las parcelas y guían a los aspersores de los tractores para que fumiguen las malezas individualmente, disminuyendo al mínimo la contaminación. La química se ha sofisticado con productos cada vez más específicos para las plagas y más inocuos para los demás.

Algo de lo dicho acá muestra el potencial único, no suficientemente enfatizado, que tiene la nueva tecnología agrícola para proteger el medioambiente. La expansión de la frontera agrícola a costa de bosques y páramos solo se puede controlar aumentando la productividad de las tierras actualmente en uso y la posibilidad de usar otras hoy desérticas. Los abonos nitrogenados contaminantes podrán desaparecer con recombinantes que usen el nitrógeno del aire. Hay tecnologías que disminuyen el uso de plaguicidas y se complementan con bacterias que los degradan en el suelo.

Quienes abogan por un regreso a las “condiciones naturales” y a técnicas ancestrales deben saber que estas eran sostenibles (y no siempre) en poblaciones muy pequeñas y que morían jóvenes. Los cazadores-agricultores debían migrar, tumbando bosque de parcela en parcela, a medida que se agotaban. Hoy, eso no es posible: la parcela más próxima queda en Marte y no es buena. Ojalá que entre los planes de Minagricultura para el posconflicto haya mucha transferencia de tecnología y poca magia.



martes, 26 de septiembre de 2017

¿Cómo sería el mundo si los dinosaurios no se hubiesen extinguido?

Hace 66 millones de años, un asteroide gigante o se estrelló contra la Tierra provocando 
la desaparición del 75% de las especies, un cataclismo que también se llevó a los dinosaurios. 
Pero ¿qué hubiese ocurrido si pasa de largo o cae en otra zona? 
Probablemente hubieran seguido viviendo. Exploramos las consecuencias.

Fue un cataclismo difícil de imaginar. Cuando un asteroide de 15 km de ancho se estrelló contra la Tierra 
hace 66 millones de años, lo hizo con una fuerza equivalente a 10.000 millones de bombas atómicas 
como lo de Hiroshima.
Una bola de fuego radioactiva quemó todo lo que encontró a cientos de kilómetros a su alrededor, 
generando múltiples tsunamis en todas las direcciones posibles.
Como resultado, se extinguió el 75% de las especies, entre ellas los dinosaurios.
¿Pero qué hubiese pasado si, por ejemplo, el asteroide hubiese seguido de largo o caído unos minutos antes?

Antes o después

Este es el escenario propuesto por un grupo de investigadores en el documental de la BBC estrenado 
recientemente "El día que murieron los dinosaurios".
Uno de estos científicos es el geólogo Sean Gulick, de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, 
quien piensa que si hubiese caído antes o después, en vez de impactar las aguas superficiales del la 
Península de Yucatán en México, habría caído en las profundidades del Pacífico o el Atlántico, 
que hubiesen absorbido algo de su fuerza y limitado la expulsión de sedimentos ricos en sulfatos 
que cubrieron la atmósfera en los años siguientes.

Dinosaurio


También hubiera sido una catástrofe y se habrían extinguido especies, pero algunos dinosaurios 
grandes habrían sobrevivido.
Si ese hubiese sido el caso, ¿habría dinosaurios hoy día? ¿Qué otros nuevos habrían aparecido? 
¿Habrían desarrollado una inteligencia como la de los humanos?
Algunos investigadores creen que, incluso sin el asteroide, el reino de los dinosaurios igual hubiese
 llegado a su fin.
"Yo soy de la opinión poco ortodoxa de que los dinosaurios estaban destinados a desaparecer, 
de todas maneras, debido al enfriamiento del clima", dice Mike Benton, paleontólogo de la 
Universidad de Bristol, en Reino Unido.
"Lograron apenas mantenerse durante el Cretácico, pero sabemos que los mamíferos se estaban
 diversificando (...) y los dinosaurios estaban decayendo desde hace 40 millones de años", añade.
"Hubiese sido un mundo en el que los dinosaurios del Cretácico hubieran estado 

cómodos".

Calor, plantas y frutas


Si asumimos que hubiesen sobrevivido, ¿qué factores hubiesen afectado su evolución? El cambio climático, probablemente, habría sido el principal problema.
Un evento conocido como Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, hace 55 millones de años, hizo que las temperaturas globales se tornasen 8ºC más altasque las de hoy, y que los bosques tropicales se expandieran por el planeta.

En este mundo caliente, con vegetación abundante, muchos saurópodos de cuello largo podrían haber crecido rápidamente, reproduciéndose a una edad más joven y reduciendo su tamaño.
Otra tendencia en el Cretácico tardío es la aparición de las plantas con flores.
Árbol frutalEn el Cretácico tardío aparecieron las plantas con flores y, con ellas, llegaron los frutos. Foto: Getty vía BBC
Y con estas llegaron los frutos, que coevolucionaron con los mamíferos y las aves que ayudaron a dispersar sus semillas.
¿Pudieron haber evolucionado dinosaurios parecidos a los monos para aprovechar estos recursos, así como los primates aparecieron en nuestra cronología?

"Muchas aves comen frutas. Así que podría haber habido dinosaurios no avianos que se adaptaran a una dieta de frutas", explica Matt Bonnan, paleontólogo de la Universidad Stockton, en EE.UU. "Yo soy de la opinión poco ortodoxa de que los dinoasaurios estaban destindos a desaparecer, de todas maneras, debido al enfriamiento del clima". Mike Benton, paleontólogo de la Universidad de BristolBenton cree que los mamíferos habrían reemplazado a los dinosaurios.Tom Holtz, investigador de dinosaurios carnívoros de la Universidad de Maryland, en EE.UU., también cree que hace 66 millones de años se habrían producido algunas extinciones de todos modos, debido a las erupciones a las corrientes de lava en la región de India conocida como traps del Decán, pero dice que "una vez dentro del Paleoceno y el Eoceno, no había nada que hubiese afectado la biología general de los dinosaurios".
Stephen Brusatte, investigador de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, concuerda con que "los dinosaurios pequeños y con plumas podrían haber seguido la misma ruta de los primates" ya que algunos ya estaban correteando por entre las ramas.
Otros podrían haberse convertido en bebedores de néctar, desparramando el polen de flor en flor durante el proceso.

Expansión de las praderas

Otro evento importante, que ocurrió hace 34 millones de años, es la separación de Sudamérica de Antártica. Esto hizo que se desarrollara la corriente circumpolar, que provocó la formación de la capa de hielo en Antártica e hizo que se enfriara y secara el mundo.
En ese momento, y más tarde en el Mioceno, las praderas se extendieron por un vasto sector del planeta.

Pradera¿Habrían sobrevivido los dinosaurios con la expansión de las praderas? Foto: Getty vía BBC

"Mamíferos herbívoros rápidos y de patas largas se hicieron más comunes. En el pasado uno podía esconderse, pero no puedes hacerlo en la pradera abierta", dice Holtz.
Es en este momento en nuestra historia cuando empezamos a ver un crecimiento explosivo de una diversidad de animales de pastoreo, con pezuñas, y animales carnívoros que los cazan.
Según Darren Naish, paleontólogo de vertebrados en Reino Unido, es posible que, en nuestra cronología alternativa, los dinosaurios veloces de pastoreo habrían sido los descendientes de los parientes cornudos de los Triceratops o de los herbívoros bípedos parientes del Hypsilophodon.
"Los dinosaurios ya vienen con un enorme set de ventajas evolutivasque a los mamíferos les tomó mucho tiempo", agrega. Por eso, dice, habrían tenido ventajas para adaptarse a las praderas.
Tenían mejor visión que los mamíferos y podrían haber sido más hábiles para detectar peligros.
Más cerca de la actualidad, los dinosaurios tendrían que haber lidiado con las varias edades de hielo de los últimos 2.600 millones de años. Pero sabemos que los dinosaurios del Cretácico vivían por encima del círculo polar ártico.
"Quizás en lugares más fríos habríamos visto dinosaurios con pieles gruesas y elaboradas, cubiertos con bello y plumas hasta las puntas de los dedos y la cola", dice Naish.

Coexistencia

Los océanos son otro territorio poco explorado por los dinosaurios. Especies como los Spinosaurus incursionaron en ambientes de río y estuarios, y con frecuencia se hallaron fósiles de anquilosaurios en sedimentos marinos y cerca de la costa.
¿Podrían estas dos especies haber seguido los pasos de las ballenas y evolucionado para vivir en el mar?
Podrían haber regresado a la tierra para depositar sus huevos o, eventualmente, dar a luz directamente en el mar.

SpinosaurusEspecies como los Spinosaurus incursionaron en ambientes de río. Foto: Getty vía BBC

En un mundo con los dinosaurios en la tierra, pterosaurios en el cielo e ichthyosaurus y mosasaurusen el mar, ¿qué destino habrían sufrido las aves y los mamíferos?
Según Naish, en un mundo con dinosaurios habría igual una gran diversidad -como la de hoy día- de aves.
Los mamíferos, sin embargo, son otra historia. Si bien ya estaban en el mundo desde hace 160 millones de años cuando hizo impacto el asteroide, todavía "eran criaturas marginales", explica Brusatte.
Eran diversos pero generalmente pequeños y restringidos a nichos específicos.
"Fue solo gracias al impacto del asteroide que destituyó a los dinosaurios dominantes que pudieron liberarse".

DinosaurioLos mamíferos primitivos habrían tenido dificultades para escapar de estos depredadores gigantes. Foto: Getty vía BBC

No todos están de acuerdo: piensan que la megafauna no habría tenido posibilidad, pero sí la habrían tenido los murciélagos, los roedores, los pequeños carnívoros, los primates y las comadrejas.
Pero si los monos tití y los hilobátidos hubiesen saltado de rama en rama mientras los dinosaurios andaban merodeando por ahí, ¿no podría acaso haber evolucionado algo similar a los homínidos?
"Algunos de los linajes de mamíferos ya habían empezado a evolucionar antes del evento de extinción", señala Naish.
"Tomando esto en cuenta, probablemente podría haber primates y... (quizás), una versión de humanidad".
"Dado que evolucionamos en un mundo lleno de mamíferos gigantes, es posible".

Dinosaurios inteligentes

Teniendo en cuenta que hay mamíferos inteligentes, ¿podrían haber evolucionado dinosaurios inteligentes?
"Dinosaurios equivalentes a cuervos, loros o primates, con cerebros muy complejos y capacidad para resolver problemas podrían haber evolucionado", dice Holtz, quien cree que nunca podrían haberse parecido a los humanos.
"No creo que hubiesen llegado a nada que se parezca al nivel de una inteligencia humana", señala Naish.
"Podrías tener dinosaurios con un gran cerebro, inteligentes, pero todavía se verían como dinosaurios. Es antropomórfico asumir que habrían evolucionado otras forman de inteligencia similar a la humana".
Y, por último, asumiendo que hubieran sobrevivido hasta los últimos cientos de miles de años y convivido con los humanos, ¿habrían sobrevivido hasta el día de hoy?
La respuesta parece ser sí.

PalomasEs posible, dicen algunos investigadores, que algunos dinosaurios pequeños se hubiesen adaptado a la vida en las ciudades, coexistiendo a la par de ratas y palomas. Foto: Getty vía BBC

Pero así como los humanos cazaron a los mamuts y otros animales de la megafauna hasta su extinción, el crecimiento de la población y el desarrollo de nuevas tecnologías de caza habrían hecho mella en los grandes dinosauriosa medida que nos expandimos por el globo.
En esta cronología alternativa, quizás algunas pocas especies de grandes herbívoros saurópodos, o incluso carnívoros similares al T. rex, podrían haber sobrevivido en reservas naturales protegidas o en parques nacionales lo suficientemente grandes como para albergarlos.
Quizás algunos de los dinosaurios no avianos más pequeños podrían haberse adaptado a ambientes urbanos, conviviendo a la par de la gente en las ciudades como lo hacen las palomas, las ratas y las gaviotas en muchas partes del mundo.
Así como la mayoría de los grandes mamíferos han desaparecido, quedan aún unos pocos como los elefantes o los rinocerontes. Por eso no es tan difícil imaginar un mundo paralelo donde pudiésemos ir a un safari de dinosaurios, al estilo de la película Parque Jurásico y disfrutar del espectáculo con binoculares y cámaras fotográficas.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Científicos descubren que las células del cáncer necesitan grasa para expandirse

El jefe de grupo Salvador Aznar Benitah y la primera autora del artículo, Gloria Pascual, en el laboratorio de Células madre y cáncer del IRB Barcelona (IRB) Una dieta más rica en grasas acelera la metástasis y hace que sea más agresiva, según los investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona. "Si tenemos un tumor con potencial a desarrollar metástasis si se alimenta de lípidos puede incrementar su crecimiento", ha advertido el líder del proyecto. ECO  Actividad social ¿QUÉ ES ESTO?  Las células tumorales necesitan grasa para expandirse y con el aislamiento de la proteína que capta esta grasa las metástasis se reducen, según han descubierto científicos del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona. El principal investigador del grupo "Células madre y cáncer" del IRB, Salvador Aznar Benitah, ha explicado  en una rueda de prensa que sus ensayos con ratones con cáncer han demostrado que una dieta más rica en grasas acelera la metástasis hasta un 15% y hace que ésta sea más agresiva. Aznar ha revelado que su primer objetivo en la investigación fue encontrar las células causantes de la metástasis e indicar sus propiedades. Entonces encontraron que la proteína CD36, que es la receptora de los ácidos grasos, está presente en niveles muy altos en las células tumorales. Tras esta investigación, que publica este miércoles la revista científica Nature, los profesionales probaron una terapia, hasta ahora solo en ratones, que consiste en aplicar anticuerpos a esta proteína para bloquear la puerta de entrada de estas grasas. Con la aplicación de la terapia han comprobado que entre un 10 y un 15% de los casos la metástasis desaparece completamente y en los casos que no desaparece su extensión reduce casi de un 90%. Aznar ha explicado que actualmente estas terapias solo se han aplicado en ratones y que aún no están preparadas para suministrarse a los pacientes, aunque ya hay un acuerdo con una empresa que se encargará de generar anticuerpos terapéuticos para que se pueda comprobar su efectividad en pacientes afectados por metástasis. Primero en pacientes con cáncer de boca El investigador ha destacado que en un primer momento probaría la terapia con los pacientes con cáncer de boca, ya que es uno de los más agresivos y en algunos casos deja de responder a las terapias existentes, y en una segunda fase la haría con los que padecen cáncer de piel, de vejiga, de ovario, de pulmón y algunos cánceres de mama. La metástasis se encarga de afectar otras zonas del cuerpo diferentes de donde se ha encontrado el tumor original, por lo que este estudio indica que si se eliminara esta proteína, encargada de la metástasis, el tumor solo podrá crecer en el tejido de donde es originario, pero no podrá reproducirse en otros tejidos. Hay estudios que indican que la gente obesa y la gente con diabetes tiene más posibilidad de generar metástasis “Hay estudios que apuntan que un tercio de la población, en 2020, será obesa, ya que cada vez consumimos más ácidos y grasas saturadas" y que por lo tanto "si tenemos un tumor con potencial a desarrollar metástasis si se alimenta de lípidos puede incrementar su crecimiento", ha advertido Aznar. El investigador ha indicado que "hay estudios que indican que la gente obesa y la gente con diabetes tienen más posibilidades de generar metástasis". La investigación ha contado con la participación del Instituto de Investigación del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, que ha cedido cerca de 40 tumores de pacientes que han sido analizados en el proceso de investigación. La doctora de este instituto del Vall d'Hebron, Coro Bescós, ha expresado la importancia de colaborar en esta investigación ya que "la metástasis supone un problema para la salud pública y la mayoría de estos tumores se detectan cuando ya se ha producido la extensión del tumor". Bescós ha indicado que "el 90% de los pacientes se salvarían si se aplicara esta terapia" y que actualmente "pese a las nuevas tecnologías la posibilidad de sobrevivir de estas personas es del 50%". Aunque los investigadores están contentos con los resultados conseguidos hasta ahora, Aznar ha concluido que para conseguir una aplicación terapéutica real en personas con metástasis se necesitan entre cinco y diez años de ensayos clínicos y pruebas.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Asteroide que arrasó dinosaurios dejó a la tierra sin luz por dos años

Según investigación, el proceso de fotosíntesis también se detuvo por un año, enfriando el planeta.

22 de agosto 2017 , 05:37 p.m.
Dos años de oscuridad perpetúa, similar a la de una noche de LunaEse habría sido el efecto sobre la luz del Sol de las cenizas generadas por los gigantescos incendios tras el choque de un asteroide contra la Tierra hace 66 millones de años y que habría exterminado a los dinosaurios.

Un estudio liderado por el Centro Nacional de Investigación del Clima (NCAR) de Estados Unidos, con apoyo de la Nasa y de la Universidad de Colorado Boulder, que publica la revista PNAS, se centró en examinar los drásticos cambios en el clima terrestre después del impacto de aquel meteorito de diez kilómetros de diámetro.
El choque provocó grandes fuegos y enormes cantidades de ceniza, que habrían oscurecido la luz del Sol durante casi dos años, la fotosíntesis se habría detenido durante año y medio y el planeta experimentó un drástico enfriamiento, lo que habría contribuido a la gran extinción que marcó el final de los dinosaurios. 

Los expertos emplearon un modelo computacional para crear un panorama detallado de cómo habría sido la Tierra al final del Cretácico, una información útil para que los paleobiólogos entiendan mejor por qué algunas especies murieron, sobre todo en los océanos, mientras otras salieron adelante.

Más de tres cuartas partes de las especies que vivían en la Tierra, incluidas todas las de dinosaurios no aviares, desaparecieron en la transición del Cretácico al Paleógeno y las evidencias muestran que esa gran extinción probablemente se produjo cuando un gran meteorito cayó en lo que hoy es la península de Yucatán, en México.
La colisión se supuso que desencadenó terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas
La colisión se supuso que desencadenó terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas y los científicos calculan que la fuerza del impacto pudo haber lanzado rocas vaporizadas muy por encima de la superficie terrestre, donde se habrían condensado en pequeñas partículas llamadas esférulas.

Al volver a caer a la Tierra se habrían calentado por la fricción hasta temperaturas lo suficientemente altas como para encender fuegos y abrasar la superficie terrestre.
El científico del NCAR y director del estudio, Charles Bardeen, explicó que se centraron estudiar las consecuencias a largo plazo de la gran cantidad de cenizas que consideran se habrían producido en la Tierra. 

Las simulaciones señalan que las finas cenizas calentadas por el Sol ascendieron a la atmósfera hasta formar una barrera que bloqueó gran parte de la luz solar que llegaba a superficie terrestre.
"Al principio habría sido tan oscuro como una noche de luna", explicó en un comunicado otro de los autores del estudio Owen Toon, de la Universidad de Colorado Boulder.

La pérdida de la luz solar se tradujo en la imposibilidad de las plantas por hacer fotosíntesis y en un marcado descenso de las temperaturas medias, con una caída de 29 grados en la tierra y 11 en los océanos.