miércoles, 1 de noviembre de 2023

La masculinidad la determinan 78 genes.

Un grupo de científicos ha presentado la secuencia del cromosoma que determina la masculinidad: de los 30.000 genes del hombre, sólo 78 se diferencian de la mujer. Además, según este estudio, el cromosoma masculino, el Y, es una degeneración del cromosoma femenino, el X. 
 La secuencia genética fue presentada ayer en Washington y hoy la publica la revista "Nature". Otra curiosidad: el cromosoma de la masculinidad es mucho más pequeño que el de la feminidad. Los científicos esperan que el estudio sirva, entre otras cosas, para avanzar en el conocimiento de la infertilidad. 
Los 78 genes, muchos casi idénticos, codifican sólo 27 proteínas distintas, y 11 se expresan únicamente en los testículos. Los cromosomas sexuales humanos actuales, X e Y, se diferenciaron hace más de 300 millones de años y desde entonces han ido divergiendo, aunque mantienen todavía un pequeño intercambio de material genético durante la formación del esperma. El cromosoma Y, mucho más pequeño que su pareja, el X, era considerado como prácticamente un fósil, con muy pocos genes y abocado a su desaparición por acumulación de defectos genéticos, ya que en un 95% de su longitud (la región específicamente masculina) es incapaz de recombinarse con el X. 
Ahora, se han logrado secuenciar los 23 millones de pares de bases de esta región que contienen los genes (hay además larguísimas cadenas de ADN repetitivo sin función conocida). La sorpresa ha sido que una cuarta parte son largos palíndromos: secuencias genéticas que se leen igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda y constan de dos brazos.

6 comentarios:

Maria paula benitez dijo...

Este artículo sobre la determinación de la masculinidad a través de 78 genes en particular, es sumamente enriquecedor sobre un tema tan fundamental como la genética de género.La idea de que solo 78 genes diferencian a hombres y mujeres es asombrosa y demuestra cuán cercanamente relacionados están nuestros genomas. Además, el hecho de que el cromosoma masculino, el Y, sea una degeneración del cromosoma femenino, el X, añade un nivel adicional de complejidad a la historia evolutiva.

La información sobre los 27 proteínas distintas codificadas por estos 78 genes y su papel en los testículos es realmente interesante,es impresionante pensar en la diferencia de los cromosomas sexuales X e Y a lo largo de los últimos 300 millones de años y cómo aún mantienen un pequeño intercambio de material genético durante la formación del esperma.

El hecho de que se haya logrado secuenciar los 23 millones de pares de bases de la región específicamente masculina del cromosoma Y, incluyendo palíndromos, muestra cuánto estamos avanzando en nuestra comprensión de la genética humana. Este conocimiento podría tener importantes implicaciones en áreas como la infertilidad, como se menciona en el artículo.

Alexandra Estrada Quintero dijo...

Este fascinante estudio revela la asombrosa simplicidad y complejidad del cromosoma Y, determinante de la masculinidad. La conexión evolutiva entre los cromosomas X e Y, que se separaron hace más de 300 millones de años, ofrece insights notables. La identificación de 78 genes distintivos y la presencia de palíndromos en la secuencia genética añaden capas intrigantes a nuestra comprensión, mientras que las implicaciones potenciales para la investigación sobre la infertilidad destacan la relevancia médica de este descubrimiento.
Yenny Alexandra Estrada Quintero
U20231212442

Sergio Trujillo Quintero dijo...

La lectura presenta información relevante sobre la genética de la masculinidad, pero podría mejorarse en varios aspectos. Se recomienda proporcionar más detalles sobre la fuente y los científicos involucrados en la investigación para evaluar su credibilidad. Además, el título podría ser más preciso para evitar malentendidos, y se necesita una explicación más detallada de cómo los 78 genes influyen en la determinación de la masculinidad. También sería útil explorar con más profundidad las posibles aplicaciones de esta investigación, en particular en el campo de la infertilidad, y mejorar la claridad del lenguaje para hacer la información más accesible al público general. En resumen, el artículo ofrece información valiosa, pero podría beneficiarse de una presentación más completa y precisa.
20222208052

Manuel Rodriguez Gomez dijo...

La anterior lectura o articulo, como lo quieran tomar; lo que propone es presentar una información relevante sobre cómo es la genética de la masculinidad, pero pienso que este comentario del profe podría llegar a hacer algunas mejoras en uno que otro aspecto con el respeto que se merece el docente. Creo que sería mejor ofrecer más detalles sobre las investigaciones de donde las realizaron o como el docente dio este comentario respecto a la masculinidad. Sin embargo este articulo o comentario del docente ofrece una buena información para así conocer un poco mas sobre los genes de la masculinidad.
Manuel Alejandro Rodriguez Gomez
20231212411.

Ángel David Marín Buyucue dijo...

Este estudio no solo contribuye al conocimiento científico fundamental, sino que también tiene el potencial de inspirar investigaciones futuras que podrían tener un impacto significativo en campos como la genética, la medicina y la biología reproductiva. ¡Bravo a este equipo de científicos por su valioso aporte a la comprensión de la vida en su nivel más fundamental!





Anónimo dijo...

Juan David Trujillo Durán
COD 20222208211
Esto nos muestra que, de los 30,000 genes humanos, solo 78 diferencian los cromosomas masculinos de los femeninos. Curiosamente, el cromosoma Y, responsable de la masculinidad, es una degeneración del cromosoma X femenino, siendo mucho más pequeño. Estos 78 genes codifican 27 proteínas distintas, con 11 expresándose exclusivamente en los testículos. Aunque los cromosomas X e Y se diferenciaron hace más de 300 millones de años, aún tienen un pequeño intercambio genético durante la formación del esperma. El cromosoma Y, antes considerado un fósil genético, revela ahora una sorpresa al secuenciar los 23 millones de pares de bases, mostrando una cuarta parte de largos palíndromos. Este descubrimiento puede avanzar en la comprensión de la infertilidad y desafía las previas percepciones sobre la evolución del cromosoma Y.